HOROSCOPO

Y........ el clíma !!!!!!

El Tiempo en Buenos Aires Aerod.

domingo, 24 de julio de 2011

UN VIEJO BLUES...


... y el tipo acercó la banqueta a la barra, apoyó el codo sosteniendo la cabeza mientras que la mano estiraba y deformaba su cara, dibujando una sonrisa forzada. Entre los dedos, de la otra mano, se consumía un cigarrillo lentamente y su mirada se perdía entre las volutas de humo y la densa atmósfera de un blues. El cubito de hielo acompaña su embriaguez mientas daba vueltas en el wisky que el vaso hacía girar....

Tan triste estaba, tan solo había quedado que la melancolía se apoderó de él....

- Uno más y también doble.... por favor. –le susurró al barman que lo miraba –

Ya no tenía lágrimas que llorar, las había perdido todas.

Desalineado, con la camisa desprendida hasta el pecho, un poco dentro y otro poco afuera del pantalón, el saco remangado junto con la camisa, trataba de ver del otro lado del vaso, como si el líquido y el vidrio transformaran esa realidad que no quería.

Esa realidad que llegó de improviso.

Hundió su cara en la penumbra de un recuerdo y se dejó llevar muy lejos, hasta que la voz de ella se envolvió en sus oídos y creyó que le cantaba en exclusiva.... love me tender...

Pero eso también era una ilusión, solo era una vieja rockola que alguien había hecho funcionar, como si quisieran terminar de hundirle los puñales al rojo vivo y no prolongar más la agonía..

Las luces se apagaron y se iluminó el escenario con un reflector azul intenso, que aumentaba todo el humo del ambiente. Se corrió el telón y se escuchó a la banda con los primeros acordes de entrada. Ella se deslizó con pasos lentos, muy seductora, muy felina, sensual y con la típica boa alrededor de sus hombros. Se apoderó del centro del escenario y cantó.

Lo vio. Su voz se entrecortó. Tubo que tomarse del pié de micrófono para mantener el equilibrio y aun así su mirada cayó como buscando pedir disculpas y volvió a empezar, presentando a los miembros de la orquesta que la acompañaba.

Metió la mano en el bolsillo interno del saco, sacó su billetera casi vacía, pagó las consumiciones y al bajar de la banqueta él también trastabilló. Levantó la vista, la observó por un instante, acomodó su ropa y se fue.

- Ya no hay más blues, ya no hay más – se alejó repitiendo la misma frase –

Alcanzó la calle que era una cortina de agua cayendo sin parar y eso lo refrescó y volvió a acomodarle un poco los pensamientos aturdidos por tanto güisqui.

Como si fuese una broma se dio vuelta y buscó sus huellas en la lluvia pero a cambio la vió a ella, parada en la puerta del cabaret, con su talleur ajustado azul, sus brazos abiertos sosteniendo las dos hojas de las puertas vaivén y un grito angustiado...

- No es un camino fácil, no me dejes!!!

- No hay más blues entre nosotros, no hay más blues - fue su respuesta y volvió a caminar bajo la torrencial lluvia.

Y como una hoja escrita con tinta china, el agua fue diluyendo la escena y a los protagonistas, hasta que la calle quedó vacía.

Un viejo Cadillac pasó a toda velocidad levantando una cortina de agua a su paso y terminando de desdibujar lo poco que quedaba de esta historia, como cerrando el telón y bajando el cartel de “FIN”

domingo, 3 de julio de 2011

FRACTALES DEL CUERPO

Tela de carbón. Crepúsculo de arena y la sed más oscura del tórrido desierto.

Un viento huracanado me agita el corazón

y las dagas cortan mis venas que ya no sangran.

Fisura, polvo, contagio de ciénaga estancada.

Brotes de luz pendiendo del cielo.

Llaves sin cerradura.... nada del otro lado.

Raíces secas de árboles muertos.

Frutos prohibidos, frutos podridos.

Látigos venenosos como lenguas de fuego,

riéndose, ocultándose en las sombras.

Una cicatriz se cierra para que otra se abra.

Golpe tras golpe, crecemos haciéndonos daño, sin pensar en hacerlo,

hasta que nos acostumbramos y nos hacemos insensibles.

Huyo de ti, pero te llevo atada a mi espalda.

Paso el tiempo retorciendo las horas y nada.... no puedo sacarte ni un minuto más.

El collar de tristezas estrangula y me asfixia con sus piedras preciosas, como joyas que seducen.

Furia, arrebato, tragedia, color sobre color hasta convertirlo en negro.

Fragmento de imágenes atemporales irreconstruibles.

Daño.

Último episodio de un estreno

LA APUESTA

Cayó en el piso y comenzó a dar pequeños golpes sobre él. Casi nadie le prestó atención.

Sus movimientos se hicieron cada vez más voluptuosos, hasta que empezó retorcerse como una oruga.

Las personas se acercaron alrededor suyo.

- Oiga, señor.... señor, que le pasa?

- Llamen al SAME, llamen a alguien.

Tumulto, corridas, agitación. La estación del tren era un hervidero.

- Allá,. Allá!! Llamá a esos canas.

- Hey....hey.... venga, venga!!

A lo lejos el tren dejaba oír su silbato.

- Ya viene el tren.....

- Dale!!!.... apurate, apurate!!!

El paso lento y casi sin importancia de esos dos policías desesperaba más a la muchedumbre.

- Llamen al 107, al SAME. Este tipo se muere. Mirá como vomita sangre.

Llegaron lo canas, le tomaron el pulso y despejaron el área.

- Despejen, despejen...

- Circulando....vamos, vamooosss circulandooooo que no pasó nada.

Dos, tres, cuatro, cinco, diez, quince, veinte, cuarenta.....

Llegó el SAME y me subieron con el moribundo. “De testigo” , dijo el cana.

Ya dentro y con el ruido ensordecedor de la sirena, el tipo empezó a reaccionar, a sentirse mejor.

Y claro, las preguntas de rutina a las que contestó.

- Me llamo Carlos, tengo veinticuatro años, soy estudiante de teatro. Estoy bien, no me pasó nada. Le gané la apuesta a mi amigo. Le jugué que el SAME tardaba más de diez minutos en llegar y que la cana ni se calentaba. La gente..... la gente hasta que se dio cuenta que estaba en el piso por enfermo y no por borracho también tardó un montón y hasta tuve que morder una ampolleta, de las que usamos en el teatro, esas de utilería, para que crean que era sangre.

Carlos es mi nombre, Carlos García y tengo veinticuatro años.....

lunes, 20 de junio de 2011

SOLO DE MIS SOLEDADES



Con estas soledades que me desgarran el alma,
Con estos sitios de donde nadie me espera, nadie me acompaña,

comulgo en silencio, conmigo mismo
y encuentro los aromas del pasado,
los colores de tu cantarina voz, mientras el ulular del viento
juega soplando y pasando entre las pocas hojas secas del árbol de mi vida.
Creando una triste canción que se me olvida cada vez que empieza a sonar.
Porque una vez fuimos parte el uno del otro,
y hoy estamos tan distantes,
y éstas soledades nos alejan,
nos separan,
dibujé tu rostro en el cielo y la lluvia
se encargó de despintarlo y teñirlo de gris.....
Que cruel y obsecuente sierva de la muerte son estas soledades,
Irónica y mordaz me castiga y me lastima,
Sentada a mi lado me dice...
– No estas solo, estas conmigo –
Hasta donde se pierde la mirada llegan mis soledades,

hasta donde se pierden las lágrimas ella las recorre una por una,

hasta donde se une el cielo y el mar soy provocado a padecerla,
y no hay camino que parezca corto.

¿ Que hacer ante tantas soledades?
Si supieras que hay multitudes con tanta soledades como estas,

morirías y nos dejarías verdaderamente solos, entonces.....

¿ Que hacer sin soledades?

- No pienses en voz alta..... la soledad es lo único que encuentras cuando no la buscas –

Blade Thomas


SUEÑO


....... y en el brillo de tus ojos vi,

en la dulce melodía de tu voz escuché,

con tu suave piel sentí, todo.

Con tu frágil fuerza apreté un puñado de sueños,

para que pudieran hacerse realidad.

De tus labios húmedos arranqué besos inspirados y

pasiones encendidas.

Ni aquellas lágrimas pudieron alejarnos del futuro,

del mañana concebido en nuestros corazones.

.... si hasta el crepúsculo se detiene en un rojo carmesí para envidiarnos,

cuando nuestros cuerpos se eternizan en un etéreo abrazo,

destellando fuego pasional, que no quema... sino que funde!!!

Funde dos cuerpos en uno solo, dos almas inseparables.

Viento y tormenta, lluvia y marea.... todos los elementos

del cielo y la tierra se rinden en el preciso instante,

que tu mano aprieta mi mano,

cuando tu piel acaricia la mía, cuando tus labios juegan a besar mi boca,

atrapando mi respiración jadeante.

... si hasta el perfume de tu cuerpo permanece intacto

en cada flor del prado, donde yacimos de cara al cielo,

para que cada mañana al caminar por él, sienta tu compañía y el deseo de tenerte nuevamente entre mis brazos.

Y que decir del cielo estrellado de cada noche cuando te poseo....

Poco y nada podría agregar que ya no te haya dicho,

Cada estrella, un beso y una caricia.

Cada gota de rocío de madrugada, una caricia más.

Cada brisa que dejamos pasar en el vaivén de la cópula, un “te quiero” cada vez más intenso.

Música de las esferas puesta a nuestro alcance,

para endulzar nuestro tiempo, para vibrar en sintonía

con el resto del universo y a la vez,

él como testigo mudo de nosotros mismos.

RECICLAME




Hundí mi cara en tu pecho y lloré un río,

Un río de lágrimas de impotencia.

Grité tu nombre más de cien mil veces y no me escuchabas.

Pidiéndote que me abrazaras y me besaras como siempre,

como nunca, como jamás lo harías.

No hay forma, no hay formas,

Todo se difuma y se siente denso, húmedo y pegajoso.

Cuanto más lloro más te desvaneces, pero si no lloro te desapareces.

Te arrebatan de mis brazos y no puedo impedirlo,

No haces nada para evitarlo.

Solo puedo verte si cierro mis ojos, pero si los cierro no podré ir contigo.

En plena noche un cielo rojo penetra en mi mente y devora mis recuerdo de vos,

mientras lentamente voy soltándote la mano, puedo escuchar como los colores se acoplan en esta tierra que todo lo que se come lo regurgita.

Te vas, me voy, nos vamos.

Fue y será.... por siempre..... interminablemente.

Nos buscamos porque teníamos que encontrarnos

y cuando lo hicimos, fue el comienzo del fin.

Me ahogo en el río de lágrimas que lloro hundido en tu pecho y entonces se produce.....

Ya estoy yendo a tu lado, contigo de la mano.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Blade Thomas |Crea tu insignia
NO TODA DISTANCIA ES AUSENCIA, NI TODO SILENCIO ES OLVIDO

sábado, 5 de abril de 2008

Y PARA QUE SEGUIR?


Y para que seguir?. A donde llegar? Historia conocida y recorrida más de mil veces. Quien te espera? Hay un final en este camino? Hoy estás donde queres ir. Ayer no sabías si habría un mañana. Mañana no sabrás si estarás. Podrías no encontrar la luz del sol que enceguezca tus ojos. Podrías no llegar a ver el brillo de luna llena entrar por tu ventana. Preguntas sin respuestas. Respuestas sin sentido. Homenaje al silencio. Profundidad oscura en cada inhalación. Patética llamada de desconsuelo. Cristal partido de desesperación. Vida gélida sin colores brillantes. Humeantes reflejos de tu fétido cuerpo.
Y para que seguir? Olvídalo, no insistas. Baja ya de mi cama. Camina el camino por donde viniste. Harapos mugrientos cubren tu cara, ocultando la cadavérica cabeza lampiña. No insistas más. No iré contigo hoy. No es mi día. Aun no termino de amar y nunca lo concluiré. Ya vete muerte de aquí. Deja mi cuerpo seguir en paz. Esa que jamás has alcanzado y nunca alcanzaras. Termina de querer seducirme. No lo lograras. Tengo a un ángel por guardián. Tengo a un hada por vigía. Y lo que aun no has comprendido, tengo el corazón puro. Tengo el alma íntegra. Tengo los deseos intactos. Tengo el amor eterno. Puedo mirar a los ojos y sostener la mirada sin lagrimear, por el engaño y la mentira. Puedo abrazar al cielo, besar a las estrellas, acariciar al sol, acostarme con la luna, tener hijos de la tierra y cosechar los frutos de todos ellos.
Ya basta, estéril cuerpo inmundo. Decrépito elemento de las tinieblas. Regresa a tu hogar que es la ciénaga y aliméntate de tu propio excremento. Mi jardín florido no soporta tu presencia. Ni un pétalo podrás arrancarme hoy. El filo de tu guadaña se mella en cada tallo que trates de cortar.
Y para que seguir?


Safe Creative #0804060564287

EL TAO DEL AMOR

Cuando florecen los cerezos, cuando las flores regalan su almíbar, dulce y fresco. Cuando el aroma del campo todo, se deja llevar por la brisa. Cuando cada recuerdo sacude el polvo de la memoria. Cuando en las alas de cada mariposa brillan los colores. Cuando las espigas de los trigales se mecen por el viento. Cuando el perfume de los pinos inundan la colina. Cuando el canto del ruiseñor deleita los oídos. Cuando los nidos de las alondras se pueblan de pichones. Cuando el cantar de los arroyos trae la fresca agua de las montañas. Cuando el sonido del silencio invade el alma. Cuando la mirada no alcanza a encontrar el horizonte infinito. Cuando la arena deja nuestras huellas en las cálidas playas. Cuando el mar llega hasta nuestros pies descalzos. Cuando la fruta madura cae del manzano cargado. Cuando el haras, salvaje, recorre la pradera. Cuando las nubes, inquietas, juegan en el celeste firmamento. Cuando el sol nos entibia. Cuando abrazados a la luna nos abrazamos. Cuando las estrellas son testigos eternos de nuestro amor. Cuando el rocío moja nuestros cuerpo. Cuando la música cataliza nuestro encuentro. Cuando las Hadas flotan alrededor de este universo, que construimos juntos. Cuando los dragones duermen, vigilantes de nuestra morada. Cuando las noches ya no son más solitarias. Cuando las lágrimas del dolor nos han abandonado definitivamente, y solo vuelven aquellas que son de alegría. Cuando nos conocimos. El Tao del amor se hizo presente.


Safe Creative #0804050563894

EL ESPEJO



EL ESPEJO

Se levantó sigilosamente, sin hacer ruido. No quería despertarla. Caminó a oscuras hasta el baño. Entró y cerró la puerta suavemente. Encendió la luz. Apoyó las manos sobre el vanityorys y se miró al espejo. Descubrió un fino hilo de sangre que bajaba de una de sus fosas nasales. Antes que pudiera abrir la canilla, una gota se estrelló sobre el fondo de la pileta.
Respiró profundo como para contener la posible caída de una segunda gota, pero ya era tarde. Hubo una segunda gota y una tercera y una cuarta antes que pudiera abrir la canilla. El agua que caía iba enjugando el persistente goteo que no cedía a pesar del agua fría. Inclinó la cabeza hacia atrás y volvió a inspirar con toda la fuerza de sus pulmones, para contener la hemorragia. Tanteó sobre la mesa del baño, buscando la caja de Carilina infructuosamente. Lo hizo de la misma manera sobre la repisa del espejo, tirando algunos objetos en su desesperada búsqueda de algo que le ayudara a contener la emisión sanguínea. No lo halló.
Giró, estiró el brazo, alcanzó lo que creyó lo sacaría lo más rápido del aprieto. Tomó el papel higiénico y tiró con fuerza para desenrollar una buena cantidad. Lo cortó y aplicó sobre su nariz. Quedó como petrificado al ver que su imagen en el espejo aun mantenía la postura inicial. Sus manos apoyadas en la mesada y su nariz perdiendo sangre. Sus ojos fijos y sin parpadear. No era posible.
-“Estoy al lado de la bañera, con esto en la nariz y con las manos en la cara – pensó - ¿qué es esto, un sueño? No entiendo nada”.
El papel teñido de rojo no daba señal de hacer para la hemorragia. La perplejidad daba paso al miedo, ante la imposibilidad de dar sentido z lo que sucedía. Ante la incoherencia de los hechos.
Caminó lentamente hacia el espejo, pero la imagen seguía allí, inmutable, inmóvil. En otra dimensión. Toda la superficie del espejo se había convertido en un afiche de él mismo. Todo su interior se debatía entre el miedo, la risa, el asombro, la curiosidad y la rabia de no saber que carajo estaba pasando. Por curiosidad se animó a estirar el brazo para alcanzar a tocar el espejo. Por miedo a lo desconocido se detuvo. La situación de no ver reflejado sus movimientos le dio risa, esa riza nerviosa y fingida ante el terror que aumentaba y aceleraba los latidos de su corazón. Con otra buena cantidad de papel siguió observándose en el espejo, sentado en el inodoro, mientras trataba de comprender que estaba pasando. Al menos sus palpitaciones iban cediendo, su miedo daba paso a la curiosidad cada vez mayor. Así empezó a observarse con más detenimiento y a buscar en esa imagen fija algo que le diera una respuesta. Recorrió todo el reflejo hasta llegar a sus ojos donde encontró algo distinto. Sus ojos tenían un pequeño derrame que no había visto antes. Empezó a mirarse cada vez más profundo a los ojos y a introducirse por el iris, en lo que parecía un viaje hacia la respuesta. Las imágenes de su vida se aceleraban hacia atrás cada vez más veloces.
El ruido del picaporte, la puerta que se abría de golpe, lo hizo volver a momento inicial, a su realidad, si es que se puede considerar esa como real. Por el propio espejo la vio entrar. De un solo movimiento se levantó y se apoyó sobre la mampara de la bañera.
- “¿Hola, que haces acá?”
Pero ella no contestó. Solo se limitó a subir la tapa del inodoro y hacer sus necesidades. Él la miró fijo y en silencio. Se levantó y salió del baño en silencio. La llamó – “Marcela, Marce” - No respondió y se dirigió hacia la cocina. Abrió la heladera y tomo un trago de Coca – Cola directamente del pico de la botella. Nada típico en ella. Él siguió su trayectoria sin decir nada más. Era como si estuviera sonámbula. Al regresar a la cama descubrió que aun seguía en ella. Durmiendo placidamente. Como si no se hubiera levantado jamás. Ahora no solo era la imagen fija del espejo sino que estaba durmiendo al lado de ella, como de costumbre. Giró la cabeza rápidamente buscándose en el espejo y allí estaba aún. Parado sobre el marco de la puerta del baño, acostado en la cama junto con Marcela y.... pétreo sobre el espejo.
- “¿Cuál de los tres soy yo? – no daba crédito a lo que pasaba.
Retrocedió unos pasos, cerró la puerta del baño nuevamente, y se volvió a sentar. Otro cambio de papel era necesario. Lo hizo y la hemorragia no cedía. Se preguntó que era lo que le pasaba que no podía para esa sangre. Y volvió a clavar sus ojos en el espejo. En los ojos del espejo. El viaje se reinició donde había quedado. Las imágenes se desaceleraron en el momento en que conoció a Marcela. Hace un año. En esa fiesta. Se repetía una y otra vez el momento en que tomaban esa copa de champagne en el bacón y por primera vez se cruzaban sus miradas. El momento en que se produjo ese milagroso chispazo que los unió. Las copas estrellándose contra el piso y sus voces repitiendo al unísono – “El día que estas copas se vuelvan a unir, deberemos separarnos, hasta entonces, nada ni nadie nos alejará el uno del otro”.
El sonido de su propia vos repitiendo esa frase lo devolvió de un solo golpe a donde estaba. En la retina de sus ojos aún estaba retenida esa fotografía, ese instante, y en los ojos del espejo ... también. Trató de alcanzarlos con su mano, pero fue devorado por el espejo que lo succionó, sin darle oportunidad de reaccionar. Estaba allí, otra vez, en medio de esa fiesta. Saliendo al balcón con dos copas de champagne y ella esperándolo con una sonrisa en los labios. Pero antes de llegar más cerca de ella vio que él mismo se acercaba a Marcela con dos copas de champagne. Se quedo frió e inmóvil. Giró la cabeza y volvió a verse sentado en el baño con las manos en la nariz, sangrando, y el espejo reflejaba su propia imagen. Parado frente a él, con las manos sobre la mesada, un hilo de sangre cayendo de su fosa nasal que se estrellaba sobre la pileta y un tercero, parado sobre el marco de puerta. Se preguntó si además estaría su otro yo durmiendo al lado de Marcela. Si faltaba alguno más aparecer en esta irrealidad o hasta cuando seguirían apareciendo dobles de él mismo.
“Bastaaaaa!!!!!” – el grito acompañó la rotura de la taza de café que se rompía entre sus manos.
Estaba en la cocina, sentado frente a Marcela que no daba crédito a lo que escuchaba. Su mirada era desorbitada. Tenía miedo nunca antes había visto tan descontrolado a Daniel.
“– Daniel calmate, ya lo había hablado.”
“ – De que me estas hablando, Marce?”
“– Daniel ahí te dejo ese paquete. Se me hace tarde y no quiero discutirlo más. No doy más, se acabó. Lo nuestro se acabó. Nunca cumpliste lo que me habías prometido y estoy cansada de tus mentiras, y anda al baño a limpiarte la nariz que te esta sangrando otra vez. Chau me voy!!!!
Se dio media vuelta y salió como una tromba, dejando a Daniel con la boca abierta y sin poder decir ni una palabra. Daniel tomo el paquete que estaba sobre la silla y se fue al baño. Se volvió a ver en el espejo. Encendió la luz. Apoyó las manos sobre el vanityorys y se miró al espejo. Descubrió un fino hilo de sangre que bajaba de una de sus fosas nasales. Antes que pudiera abrir la canilla, una gota se estrelló sobre el fondo de la pileta.
Respiró profundo como para contener la posible caída de una segunda gota, pero ya era tarde. Hubo una segunda gota y una tercera y una cuarta antes que pudiera abrir la canilla. El agua que caía iba enjugando el persistente goteo que no cedía a pesar del agua fría. Inclinó la cabeza hacia atrás y volvió a inspirar con toda la fuerza de sus pulmones, para contener la hemorragia. Tanteó sobre la mesa del baño, buscando la caja de Carilina infructuosamente. Lo hizo de la misma manera sobre la repisa del espejo, tirando algunos objetos en su desesperada búsqueda de algo que le ayudara a contener la emisión sanguínea. No lo halló.
- Noooooo!!!! Otra vez nooooo!!!
Desesperadamente rompió el papel de regalo que envolvía el paquete, abrió la caja y vio dos copas de fino cristal delicadamente tallado. Sus nombres en cada uno de ellas y una nota que decía: “El día que estas copas se vuelvan a unir, deberemos separarnos, hasta entonces, nada ni nadie nos alejará el uno del otro”.




Safe Creative #0804050563818

martes, 25 de marzo de 2008

PRISMA


Como cristal primario, brillaste en la luz, dejando escapar el arco iris de tu corazón. Degusté cada color como si fueran frutas recién sacada del árbol. Sus jugos volcaron en mi boca el dulce sabor que encerraban. Embriagaste mis sentidos dejándolos atónitos y perplejos. Sacié mi apetito con ellos, provocando la vacuidad de tu deseo.
Satisfechos nos miramos a los ojos y nos contemplamos el uno al otro, a través del prisma que nos llevó hasta el centro mismo del huracán. Viajando con los ojos, atravesando nuestros cuerpos con la yema de los dedos, recorriendo los miles de kilómetros de piel placentera, volvimos a sembrar la semilla del amor, para que florezca en primavera el árbol del deseo. Apretados en un abrazo dijimos “te quiero”, y sonaron campanas, clamaron los cielos con estruendoso resonar de truenos. Fueron ellos testigos de aquella entrega. Dejamos nuestros nombres grabados en el firmamento y quien observe por ese prisma, verá por siempre lo que sentimos ese día.
Déjame entrar una vez más en tu dolor. Quero morir amándote. Quiero arrancar de tu alma todo lo que te hizo mal, con mis besos. Cada palmo de tu cuerpo quiero acariciar, sanando las heridas abiertas del pasado. Rehaciendo tu nueva juventud, secando las lágrimas con mis besos, llenando de sonrisas tus labios, enredándome en tus cabellos, perfumando el aire que respiras. Déjame entrar. Deja a mis manos conversar con tu piel. Deja que te digan cuanto te quiero.


Safe Creative #0803250522113

lunes, 17 de marzo de 2008

YO DIGO QUE EN TUS OJOS



Yo digo que en tus ojos
Se han clavado dos luceros
Y que en tu ensortijado cabello
Se ha enredado un crepúsculo,
Que habitan permanente
Constelaciones de pecas en tus mejillas
Y como un tierno capullo
Tímidamente se abren
Cada vez que me das un beso.

Yo quiero que en las sinuosas
Curvas de tu figura
Se fijara el brillo de las estrellas
Cuando, sensual, iluminas el cuarto,
Al quedar desnudos y a oscuras.

Yo digo que no hay ternura
Más grande en esta vida
Cuando mi cinturas rodeas
Con tus brazos día a día.
Pienso que el mundo no conoce
Una mayor alegría
Que la que yo experimento
Cuando, en mi pecho agitado,
Tus delicadas manos deslizas.

Que universo tan perfecto
Siento cuando me miras
Y me llevas hacia la Vía Láctea
De la mano, mientras caminas.

Safe Creative #0803170506361

EN ROJO Y NEGRO




Tu oído presto a escuchar los susurros de mi voz, que con pasión los endulzaba.
Mis labios con fuego, recorrían tu cuello con interminables besos. Jadeantes, los dos, lentamente nos entregamos como espíritus etéreos.
Tu cabeza cayó lentamente sobre mi hombro. Mis brazos rodearon tu cintura, pegando tu espalda, de principio a fin, contra mí.
El rítmico y acompasado vaivén de tus caderas, acompañó tus glúteos acomodándose entre mis piernas
Mi mano buscó la firmeza de tus senos desprendiendo de a uno los botones de tu blusa.
Mi otra mano quiso colarse por entre tus calzas y encontró la tuya deteniéndola; como queriendo prolongar la excitación que nos había tomado de rehenes.
Mis dedos rozaron tus pezones poniéndolos más duros y firmes al tiempo que te arqueabas e inclinabas hacia delante, llevando mi cuerpo con el tuyo.
Te hice sentir que estaba allí, erecto y urgente para la entrega; cuando tu mano bajó por mi cintura y recorrió, decidida, mi virilidad. No quedaban más botones en tu blusa, que cayó por el movimiento y roce de nuestros cuerpos.
Calor y fuego abrasador.
Con destreza maniobraste y apartaste todo lo que separaba mi desnudez de tus manos, para así apoderarte de lo que ambos deseábamos, el uno del otro. El uno al otro.
Mis pantalones cayeron junto con mi slip. Tu mano liberó la mía y bajé tus calzas y tu tanga, las dos en tandem. No volteaste. Así de espaldas, tu bahía se acomodó a mi península y ambas buscaron el ritmo apropiado para el ensamble. Adelante. Atrás. Sin sostenidos ni bemoles. Sin alteraciones íbamos escribiendo la música celestial que nos transportaba, en una espiral ascendente hacia el nirvana. Con sutiles jadeos creamos los instrumentos de la afinada orquesta que nuestros oídos percibían. Península y bahía. Adelante y atrás. Suave… lenta melodía en perfecta armonía, mientras en las paredes del zaguán quedaba escrita la opera prima de un amor inolvidable, eterno. Sin público, sin aplausos, solo nuestra.
Con letra y música inédita. Solo para nuestra memoria.
Uno y uno. Uno a uno. Uno en uno y todo uno en ti y en mí


Safe Creative #0803170506323

UNA Y OTRA VEZ

Golpeaste mis labios con tus senos, pidiendo que de ellos se apoderaran.
Bebí el néctar que de ellos emanaban.
Aprisionaste mis caderas con tus rodillas y dejaste caer todo el ardiente torrente de tu flor abierta, caliente y hambrienta de aquel tallo que hacia sentirla completa.
No dudé y accedí a su llamado. Penetré en lo profundo de la vorágine de aquel huracán, por el ojo. El ojo que mira al magma, ardiente, siempre agitado. Inquieto y dispuesto a hacer erupción.
Debía dar sosiego y calma al volcán indómito de tus deseos. Era mi placer apagarlo y contenerlo.
¿Cómo ocultar o negar la satisfacción que producen tus ondulantes glúteos entre mis manos?
¿Y tu ensortijada cabellera cosquilleando sobre mi pecho?
Tus entrecerrados ojos. La entrecortada y jadeante voz nuestra, que al unísono pide una vez más, otra más y más… más, dame más.
¡Por Odín y todos los dioses del Asgard, desvuélveme al terrenal mundo después de este éxtasis!
Quiero estar conciente para pedir que vuelvas a golpear mis labios con tus senos y beber el néctar que de ellos emana, mientras, con tus odillas aprisionas mis caderas. Mientras penetro con mi tallo en la profunda vorágine de esa flor abierta, caliente y hambrienta haciéndola sentir completa. Acudiendo sin dudar a su llamado, etc.… etc.… etc.

Safe Creative #0803170506224

martes, 11 de marzo de 2008

QUISO


Quiso alejarse del peligro, pero permaneció parada en la cornisa.
Quiso dejar su mente en blanco, pero los recuerdos golpearon uno tras otro su memoria.
Quiso separar el aire con una línea imaginaria, pero terminó siendo parte del intepestuoso viento, que azotaba a la cometa.
Quiso mirar hacia atrás, pero quedó enceguecida, por la profunda oscuridad de su pasado.
Quiso ver hacia delante, pero la intensa luz del sol, no la dejó adivinar su futuro.
Quiso saber donde estaba, pero sin pasado ni futuro, dio un paso al vacío.

Se acercó al peligro, su memoria recuperó los recuerdos.
Separó la suave brisa que mecía las hojas del añejo roble, del huracanado viento que hinchaba las velas del barco lento del tiempo.
Pudo ver su pasado, pudo anticipar su futuro.Dio otro paso y aprendió a caminar en la vida misma.

0803110484124

Safe Creative #0803110484124

martes, 4 de marzo de 2008

El precio

Y creí que no sería facil conocerte. Cuando ya pensaba que jamas te volvería a encontrar apareciste de la nada y te instalaste en mis sueños para siempre...entibiaste mis sábanas, le diste calor a mi cuerpo e inyectaste tu veneno que urgente corrió por mis venas.
El frenesí insaciable de tu devorador apetito, se manifestaba en el rítmico movimiento de tus caderas golpeando sobre las mías.
Los dulces pezones de tus senos apuntaban hacia el celeste del firmamento, mientras que un río brotaba de tu pecho y corrían abriéndose camino por la tersa pradera de tu vientre, atravesando tu Monte de Venus, buscándo la bahía para unirse en el torrente de aquel mar que a punto de explotar contenías.
Mi cuerpo temblaba de escalofríos, modificando la huella que en la cama dejaba, a cada gemido tuyo. Estiré mis brazos y con mis manos me aferré a tus glúteos ardientes. Arqué mi espalda y te apreté contra mi pecho y al unísono dejamos escapar por nuestras gargantas el aire contenido. Exhalamos todo. Tu boca asfixió mi boca. Tus labios abrieron los míos. Tu veneno ya había hecho efecto; mi veneno recién había entrado en ti. Caí en un vertiginoso espiral en picada. No pude cerrar mis ojos; no pude cerrar mi boca; no pude mover mi cuerpo. Tu voz alejándose y apenas susurrando recuerdo me decía…….
- Es el precio de haberle hecho el amor a un ángel
Safe Creative #0803170506255